martes, 16 de junio de 2009

Vientre de Golondrina

Son…

Los hilos del viento...

Las flores que se mueven.

Las nubes que se apartan.

Las tormentas de lamentos.

Es una calma aterradora
pensar en tus ojos negros.

Pensar en tu sonrisa olvidada.

Pensar en tus labios empapados
de la gloria de los tiempos.

El riachuelo en la acera,
lleva mis pasos hacia el cielo eterno,
pero allí escucho tu nombre,
y veo mi alma huyendo.

Tu vientre de golondrina
con suavidad de terciopelo,
llena mi sonrisa de libertad
y marca la castidad de mis anhelos...

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